Recuerdo como
de niño, la variedad de quesos que teníamos a nuestro alcance era raquítica,
desde luego nada que ver con la oferta actual, donde podemos elegir entre una
inmensa variedad, para poder satisfacer todos los paladares. Hay tantos y de
tan buena calidad que muchas veces es difícil la elección, ya que
fundamentalmente es cuestión de gustos. Unos los prefieren más frescos, otros
con mucha curación, más secos o cremosos, todo un mundo a nuestro alcance.
Por eso hoy voy
a hablar de mi queso preferido, sé que para muchos los habrá mejores sin duda y
es posible que hasta tengáis razón, no es una cuestión de calificaciones, sino
lo que es para mí un magnífico queso, que nunca me defrauda.
Estoy hablando
del “Queso de oveja curado Pok”. Una marca de toda la vida que como otras ha
sufrido los vaivenes del mercado. Ubicada en Palencia, tras ser adquirida por
la potente empresa manchega “García Baquero” actualmente elabora sus productos
en la fábrica que esta pose en la localidad zamorana de Toro, una de las más
modernas y mejor dotadas del país.
Este queso está elaborado con leche cruda de oveja, de las
razas churra y castellana, lo que garantiza su peculiar sabor y aroma. Con una
curación mínima de seis meses, se logra un queso fácil de comer, pese a su
carácter bien definido. Se puede adquirir en muchas tiendas gourmet, charcuterías
y grandes superficies, tanto al corte como en cuñas enteras o precortadas,
perfectamente envasadas en atmósfera protectora, que mantienen intactas sus
propiedades. Si os gusta el queso castellano de oveja, os invito a que si aún
no lo conocéis le deis una oportunidad a este delicioso manjar.