jueves, 11 de diciembre de 2014

Conejo, una carne sana, sabrosa y versatil.

 
Estupendo conejo en salsa con patatas y crujiente elaborado por mi esposa Susana
 

         Según diversas fuentes que ahora no vienen al caso, los romanos cuando se referían a nuestra amada península como Hispania, tenía como significado “tierra abundante en conejos”, por lo que se me ocurren pocos productos con mayor vinculación con nuestra patria. Precisamente los conejos eran primordiales en la alimentación de sus legiones, lo que extendió su cría por todo el imperio. Los monasterios tomaron el relevo siglos después, perfeccionando su crianza, hasta llegar a las explotaciones actuales, donde se producen un elevado número de ejemplares con destino a nuestros fogones.

 
         Para los expertos dietistas, la carne de conejo es una de las más saludables que podemos consumir. Más rica en proteínas y sales minerales que otras, tiene un bajo contenido en grase y un muy bajo contenido en colesterol. Un producto que además de sus excelentes condiciones para nuestra salud, es además un auténtico manjar con un precio asequible.
 
         Enumerar las recetas que pueden realizarse con el conejo, sería tarea ímproba, ya que admite muy diferentes tipos de preparaciones y combina a la perfección con muchos otros productos, algunos tan diferentes a él como los caracoles. Guisado, asado, frito, a la pepitoria, con chocolate, hay mil y una manera de gozar de esta maravillosa carne, sana, sabrosa y jugosa como pocas. Pese a tan evidentes cualidades, su consumo no es tan elevado, debido en ocasiones, al miedo de tragarse algún pequeño hueso. Para los más miedosos les aconsejo que compren las paletillas que ya venden por separado y que eliminan en gran parte ese problema. Y sobre todo que lo coman con pausa, degustando este exquisito manjar, que en nuestra patria degustamos desde tiempos inmemoriales.
 
A continuación tenéis un enlace con unas estupendas recetas del Karlos Arguiñano