Después de un
par de meses de descanso, vuelvo a compartir con vosotros mis experiencias
gastronómicas de bajo costo. Cada día estoy más seguro de la importancia que tiene
el dedicar tiempo a examinar las diferentes ofertas culinarias que se nos
ofrecen. En muchas ocasiones nos decepcionaremos con el resultado. En un mundo
tan amplio como es el de los alimentos, es muy fácil que los resultados no estén
a la altura de las expectativas que de ellos hemos hecho, pero cuando
conseguimos encontrar ese producto con las tres B (bueno, bonito y barato) nos
damos por satisfechos.
Este es el caso
de uno de los descubrimientos que mayores satisfacciones me han dado
últimamente. Son las deliciosas alitas de pollo, que dispensan en el mostrador
de la carnicería de Mercadona. De entrada soy bastante reacio a consumir
productor pre elaborados, su falta de naturalidad, por lo general los hacen
insípidos o demasiado recargados. Pero os puedo asegurar que las alas de pollo
que hoy comentamos están deliciosas. Su adobado es suave y apto para todo tipo
de paladares. Elaborarlas lleva entre treinta y cuarenta minutos, con el horno
a 220 grados. Acompañadas de unas patatas también horneadas y una refrescante
ensalada, constituyen un menú de lo más atractivo.
Dejo para el
final su precio, 3 euros con 90 céntimos el kilo. Un mínimo estipendio para un
producto que cumple con todas las expectativas que podemos exigir a un alimento
de estas características. De fácil y rápida elaboración, es una magnífica
solución, cuando disponemos de poco tiempo y buen apetito. Que las disfrutéis.
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