sábado, 31 de mayo de 2014

Arroz de Calasparra "Único y maravilloso"

Pocos platos parecen tan a propósito para una reunión familiar o una comida de amigos, como el de la Paella. Versátil como pocos, admite los más peregrinos ingredientes, desde el modesto pollo, a la más selecta de las langostas. Hoy que tan de moda están los “Risotto” italianos, deseo hacer un canto a nuestra tradicional paella, que a mi entender le da sopas con honda al cremoso invento transalpino.
Creo que estamos de acuerdo, en que con muy dispares ingredientes podemos lograr un plato de lo más apetitoso, pero hay un elemento, el más importante de la receta, al que no se le da con frecuencia la atención que requiere, me refiero naturalmente al arroz.
Este cereal milenario, cuyos orígenes se remontan a la India y posteriormente a China, se introdujo de forma mayoritaria en la península durante la dominación árabe. Cultivado en numerosas regiones españolas, últimamente sufre al igual que en el caso de las legumbres, la invasión de productos foráneos, en muchos casos de dudosa calidad. Por supuesto que no estoy hablando de los arroces específicos que llevan destacada su procedencia y que son ideales para la elaboración de determinados platos. Me refiero a algunas marcas blancas, e incluso comerciales, que ofrecen un producto de procedencia desconocida y calidad más que discutible.
Por fortuna contamos en nuestro país con zonas que producen unos arroces de alta calidad. Quizás el más conocido es el “Valenciano” de una categoría indudable y tremendamente popular. No debemos confundir un arroz envasado en la Comunidad Valenciana, con el legítimo de esa tierra que siempre lleva el sello de la Denominación de Origen que lo ampara.
Pero mi propuesta para hoy es un arroz único y especial que fue además el primero en el mundo, en contar con una Denominación de Origen. Se trata del “Arroz de Calasparra” una localidad murciana que da nombre a esa denominación y que ampara un total de 450 hectáreas distribuidas en la vegas de los ríos Segura y Mundo, situados en las provincias de Murcia y Albacete.
Regado con aguas limpias y frescas, recién desembalsadas, su cultivo no requiere el uso de insecticidas al estar a salvo de las plagas que suelen proliferar en el cultivo del arroz. A eso contribuye tanto la calidad de las aguas, las rotaciones de cultivo, como la elevada altitud (entre 350 y 500 metros sobre el nivel del mar) en un entorno rodeado de zonas montañosas. La dureza del grano es debida al proceso natural de deshidratación. Al estar más deshidratado que otros arroces, absorbe una mayor cantidad de caldo, lo que le hace más rentable. Con un kilo de arroz tendremos aproximadamente para doce raciones.
Como el almidón del grano está agrupado de una forma consistente, favorece que luego este quede suelto y no apelmazado como ocurre con otros arroces, una cualidad muy importante para que nuestra paella nos quede perfecta. La encargada de comercializarlo es la “Cooperativa Virgen de la Esperanza” que agrupa a 160 socios productores. Las variedades que saca a la venta es el “Bomba” que tiene un precio bastante alto y el tradicional que es mucho más asequible y que podéis encontrar en calidades de primera y extra. Yo he probado este último y os aseguro que es magnífico. Su precio oscila entre los tres y cuatro euros, dependiendo si lo compráis en una gran superficie o una tienda gourmet. La categoría de primera no rebasa los dos euros y medio.
Al término de estas letras, os dejo un enlace con la página oficial de esta cooperativa, donde podéis hallar una estupenda información sobre la historia de este legendario cultivo. También hallaréis los tiempos de cocción necesarios y el porcentaje de líquido que se debe añadir, junto a un puñado de recetas de lo más sabroso. Animaros y probad este exquisito arroz, que convertirá en sublimes manjares vuestras paellas.
 

jueves, 29 de mayo de 2014

Comida rápida...Y buena.


         Demasiado a menudo disponemos de muy poco tiempo para cocinar. Esto nos obliga a caer irremediablemente en la llamada “Cocina rápida”. Con este nombre titulamos todo tipo de alimentos, frescos o congelados, precocinados que simplemente tenemos que calentar o elaborados que hacemos en la sartén o freidora.
 

         Uno de los más populares y que más tiempo lleva entre nosotros son los conocidos como San Jacobos. Su origen e introducción en la cocina popular no está nada clara, por lo que prefiero no dar datos que pueden ser erróneos y que al fin y al cabo poco importan para el objetivo de este blog, que consiste en comer bien y por poco dinero. Tan solo afirmar que por lo común el San Jacobo consiste en dos lonchas de jamón cocido, con una de queso fundido en medio de ambas y finalmente rebozado con pan rallado y huevo.

         Muy demandado por los más pequeños de la casa, por lo general la mayoría de los San Jacobos que se nos ofrecen tanto en el arcón de congelados, como en la sección de frescos dejan bastante que desear. En algunos casos la calidad puede llegar a ser ínfima, con un fiambre de cerdo de la peor especie y un queso que en vez de fundirse adquiere una textura pastosa francamente desagradable. Más finalmente he dado con unos que pueden satisfacer los paladares más exigentes, siendo una opción muy recomendable para proporcionar una comida o una cena de absoluta garantía.
         Estoy refiriéndome a los San Jacobos que comercializa una empresa de Calahorra (La Rioja) llamada “Calatayud”. Para quien no la conozcáis se trata de una empresa familiar que viene dando servicio desde 1962 y que está especializada en carnes de ave. Porque otra de las diferencias de este producto es que el fiambre con que está hecho es de pollo. Un fiambre de gran calidad fabricado por la propia empresa que gestiona todo el producto, ya que posee matadero propio. El queso que lleva también ralla a gran altura, mientras que el rebozado es una fina y delicada capa, que poco tiene que ver con los rebozados ordinarios tan habituales en estos productos.
         Además de en muchas carnicerías del norte de España, se puede adquirir este magnífico producto elaborado, en los supermercados e hipermercados de Eroski, siendo el coste de una bandeja de aproximadamente medio kilo de peso, algo más de cuatro euros. Una excelente relación calidad-precio para unos San Jacobos que nunca os defraudarán. Os doy mi palabra.
 
Para saber más:
 
 
 
 

miércoles, 28 de mayo de 2014

Legumbres de España. Tesoro de nuestros agricultores.

 
http://canalcocina.es/receta/lentejas-guisadas-al-estilo-tradicional


         Uno de los grandes placeres de la mesa es un buen cocido. Desdeñado durante mucho tiempo, es un plato maravilloso que podemos combinar con muy diferentes productos. Unos productos que están al alcance de cualquier bolsillo, pero que dependiendo cual elijamos puede dar como resultado una comida anodina o un auténtico manjar de dioses, gastando el mismo dinero.

         Lo principal para realizar un buen cocido es la elección de la legumbre. Y os aseguro que en multitud de casos no es cuestión de precio. Por lo general en las grandes superficies y supermercados de barrio, lo más habitual es encontrar legumbres de marcas de toda la vida, muchas de ellas anunciadas por la televisión y las consabidas marcas blancas. En ambos casos se trata de legumbres procedentes del continente americano, aunque pueda ser muy dispar el precio de unas y otras debido a la marca.


         Yo os propongo una opción diferente, comprar legumbres autóctonas. España a lo largo de toda su geografía cuenta con unas lentejas, garbanzos y alubias de excelente calidad. Su finura y sabor nada tiene que ver con las insustanciales legumbres que se encuentran en cualquier establecimiento. Y el resultado final os aseguro que deleitará a los paladares más exigentes.

         Ahora hablaremos del principal problema, su precio. Pues por esto tampoco tenéis que preocuparos, cierto es que hay algunas legumbres que por su exclusividad alcanzan un coste que para muchos puede resultarnos desorbitado. No obstante si pensáis en el número de raciones que podéis cocinar con un kilo, aproximadamente diez, veréis como el coste relativo disminuye considerablemente. Además hay muchísimas alternativas con unos precios realmente competitivos, ya sé que por ejemplo las “Alubias negras de Tolosa” son muy caras, pero contamos con otras legumbres maravillosas y sabrosísimas con las que disfrutar sin por ello tener que pedir un adelanto en el sueldo.


         Aparte de las que podáis conseguir en vuestra localidad, muchas veces compradas a los propios agricultores, que seguro no os defraudarán, os voy a proponer dos magníficas opciones que he encontrado en dos hipermercados y en un supermercado urbano. La primera es la “Lenteja pardina de Tierra de Campos” que comercializa la empresa “Vegas Bañezanas”. Para los que no estéis muy relacionados con el tema, la Indicación Geográfica Protegida “Lenteja Pardina de Tierra de campos” es una zona delimitada en las provincias de León, Zamora, Valladolid y Palencia, con una superficie total de 9.175 Kilómetros cuadrados. Esta gran producción permite tener un producto asequible y de gran calidad. Se puede hallar en los Hipermercados de Alcampo en saquitos de un kilo por poco más de dos euros. Con el acompañamiento de un buen chorizo riojano, os aseguro que están deliciosas. La rapidez de su cocción, nos ayuda además a no encarecer mucho nuestro recibo de la luz.


         La otra opción que os presento, es un poquito más cara, pero tampoco hará tambalear nuestro presupuesto. Son los famosos  “Garbanzos de Fuentesauco” que eran uno de los manjares predilectos del gran escritor Francisco de Quevedo. Se trata de otra Indicación Geográfica Protegida” que abarca 22 municipios de la  provincia de Zamora. Una deliciosa legumbre que se planta en esas tierras desde la época romana y que puede dar lugar a infinidad de recetas, resaltando siempre su suprema calidad. A los que estáis acostumbrados a esos garbanzos grandes que se encuentran en el supermercado de la esquina, os sorprenderá la melosidad de este auténtico producto gourmet. Por poco más de tres euros en los Hipermercados de Alcampo, tienen un saquito de kilo de la marca “Tierra Guareña” envasado por la “Sociedad Cooperativa Los Zamoranos” en el mismo municipio que da nombre a la Indicación.


Me despido rogándoos fervientemente que estas maravillosas legumbres, las cocinéis con mimo, a fuego lento y que dejéis la “Olla rápida” en el estante más alto de la despensa, vosotros y vuestros comensales lo agradeceréis.

 
Para saber más:
 
http://www.infoagro.com/denominaciones/denominacion_origen.asp?id=253&idp=34&p=3&_Lenteja Pardina de Tierra de Campos_Arroces y Legumbres