Estupendo conejo en salsa con patatas y crujiente elaborado por mi esposa Susana
Según diversas
fuentes que ahora no vienen al caso, los romanos cuando se referían a nuestra
amada península como Hispania, tenía como significado “tierra abundante en
conejos”, por lo que se me ocurren pocos productos con mayor vinculación con
nuestra patria. Precisamente los conejos eran primordiales en la alimentación
de sus legiones, lo que extendió su cría por todo el imperio. Los monasterios
tomaron el relevo siglos después, perfeccionando su crianza, hasta llegar a las
explotaciones actuales, donde se producen un elevado número de ejemplares con
destino a nuestros fogones.
Para los
expertos dietistas, la carne de conejo es una de las más saludables que podemos
consumir. Más rica en proteínas y sales minerales que otras, tiene un bajo
contenido en grase y un muy bajo contenido en colesterol. Un producto que
además de sus excelentes condiciones para nuestra salud, es además un auténtico
manjar con un precio asequible.
Enumerar las
recetas que pueden realizarse con el conejo, sería tarea ímproba, ya que admite
muy diferentes tipos de preparaciones y combina a la perfección con muchos
otros productos, algunos tan diferentes a él como los caracoles. Guisado,
asado, frito, a la pepitoria, con chocolate, hay mil y una manera de gozar de
esta maravillosa carne, sana, sabrosa y jugosa como pocas. Pese a tan evidentes
cualidades, su consumo no es tan elevado, debido en ocasiones, al miedo de
tragarse algún pequeño hueso. Para los más miedosos les aconsejo que compren
las paletillas que ya venden por separado y que eliminan en gran parte ese problema.
Y sobre todo que lo coman con pausa, degustando este exquisito manjar, que en
nuestra patria degustamos desde tiempos inmemoriales.
A continuación tenéis un enlace con unas estupendas recetas del Karlos Arguiñano